martes, 19 de agosto de 2008

Un beso de papel

Un beso de papel fue aquel regalo que como tantos otros guardé en mi lugar más secreto, aquel lugar que atesora otros muchos detalles que no quisiera que formaran parte del olvido jamás.
Recuerdo muy bien aquel día, mi tristeza era evidente, se reflejaba en los ojos tan claro como las nubes en el agua. Yo la observaba como muchas veces antes mientras se maquillaba el contorno de los ojos, rápido pero sin prisa y con gran detalle, luego tomó su cajita de sombras eligiendo un color que ya tenía pensado y comenzó a aplicarlo poco a poco hasta que ya había terminado, logró convertir sus ojos cálidos en una versión un poco más fría pero atractiva, le había agregado ese misterio que tanto me hacía dar vueltas la cabeza ya que convertía algo que yo creía conocer en algo con su misma forma pero con un alma diferente, un alma que no entendía pero que aseguraba conocer.
Luego buscó en su bolsito otra de aquellas cosas desconocidas para la mayoría de los hombres y comenzó a maquillarse el resto de la cara, lo hacía con aquel detalle que yo adoraba, prestando atención a cada trazo como lo hacía en tantas otras cosas, la forma en que arreglaba las flores, como ordenaba las cosas sobre la mesa, en fin, todas esas cosas que me hacían ver lo que otros no veían -o al menos eso creía yo- aquellas cosas que parecen estar dibujadas en la mente antes de ser hechas realidad.
Mientras hacía todo eso, para mis adentros pensaba en lo poco que la conocía a pesar del tiempo de estar junto a ella. Tanto que creía saber sobre esa mujer que estaba frente a mi pero en realidad no era así.
Después de terminar con el maquillaje, se hizo una cola y la obra de arte estaba casi lista, sólo le faltaba aquel detalle que le daría el nombre al comienzo de un relato que buscaba conocer algo dentro de mi que me permitiría comprender algo que estaba afuera, algo que para mi es un misterio y que apenas hoy he tenido una pista de lo que es. Creo que no es el miedo mismo, la falta de confianza o no se que montón de cosas he creído que pueden ser...creo que tiene algo que ver con no saber escuchar y de no prestar atención a los detalles mismos que digo adorar.
Como punto final le dio otro color a sus labios, un color que no era el suyo, el que la hacía sentir cómoda, se miró al espejo y dijo: verdad que no? yo asentí con la cabeza pero con mi boca dije que se veía diferente, aún cuando la he observado tantas veces que podría haber escogido el correcto en un instante...no se escuchar, no se escuchar ni a mi corazón. Luego tomó un trozo de servilleta y se limpió los labios dejando su forma dibujada claramente, como si escuchara mis pensamientos se detuvo y dijo: no, ni piense que le voy a dar esta servilleta, yo sonreí levemente al verme descubierto y desistí de mi intento no hecho, luego ella se puso su color habitual y listo!.Me levante para ver el conjunto de detalles completo y sonreí satisfecho luego di media vuelta y me fuí.
Un rato después ella llegó donde yo estaba y sin decir palabra me entregó un papel doblado en varias partes, lo desdoblé sabiendo que era aquel beso de papel, un beso con la forma de sus labios, yo lo guardé sin comprender en realidad que era aquello y me dediqué a dejar que mi cara hablara, como siempre...
Nunca he entendido lo que significa vivir el momento, pero creo que en aquel instante debí sonreír por aquel regalo, sentirme seguro por su significado y demostrar lo inmensamente feliz que era por poder compartir aquellos minutos de simpleza que le dan sentido a tantos acertijos, pude pensar en los sueños y en que sólo cuando se cree en ellos tienen alguna posibilidad de ver la luz de la realidad algún día pero decidí no hacerlo, decidí dar rienda suelta al temor de perder algo que ni siquiera era mío, algo que sólo pertenecía a mis sueños, decidí darme por derrotado antes de comenzar cualquier batalla.
Me quedé con aquel beso de papel en mis manos mientras ella se despedía con desilusión dibujada en su rostro, me quedé con un trozo de papel con una parte de su imagen impresa en él pero no con su verdadero color, me quedé con una invitación en las manos que decía implícitamente: conóceme, quiero darte esa oportunidad...

3 comentarios:

Ronin dijo...

Un beso de papel, cuantos besos hemos recibidos y hemos botado por solo hecho de no querer o temer conocer, besos de papel, besos de ilusión, besos, como dice Sabina: ¨y la sangre al galope por mis venas y una nube de arena dentro del corazón y esta racha de amor sin apetito, los besos que perdí por no saber decir te necesito...y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, una vez me contó un amigo común que la vio donde habita el olvido...¨
Excelente post mi hermano!
Esta es la lectura que extrañaba...

Ikannus dijo...

Gracias!
Talvez no sea tan difícil retomar la escritura como pensaba. Como que la lectura por parte de otros lo pica a uno para retomar las viejas buenas costumbres.
Este beso de papel guarda un gran significado al igual que tantas cosas, que interesante es pensar que cosas tan sencillas puedan captar parte de la esencia de una persona.

Ikannus dijo...

Final de la historia: me casé hace ya cuatro años con la dueña de ese beso de papel. Sigo conociéndola y fue mejor de lo que pensé.