Si dices que te importo no te creo porque he aprendido a ser soldado, he aprendido a luchar sin justificar el motivo, sin mirar hacia atrás. Se me ordenó ser valiente y he aprendido a serlo, se me enseñó a no llorar y por eso no lo hago, se me exigió luchar hasta la muerte y por eso lo hice. Por eso se que no te importo porque he aprendido a cumplir con mi deber sin que algún día me preguntaras si estaba conforme con ello.
Que por qué lo hice? la verdad no lo se; supongo que soy buen soldado y un buen soldado sirve con placer y sin preguntar por qué. Te mofas de mi diciendo que nadie jamás me obligó y sabes qué? tienes toda la razón, lo hice por gusto propio, porque creí que era necesario, porque quise servir a esa causa aunque me infringiera dolor. Tuve la esperanza de que algún día bajaras la mirada y reconocieras mi labor pero ese día jamás llegó.
Pudiste tantas veces tenderme la mano cuando estaba caído, pudiste sostener mi mochila cuando me curaba una herida, pudiste cuidar mi espalda cuando la noche estaba oscura, pudiste decirme que las cosas marchaban bien, pudiste hacer tantas cosas pero cerré mis ojos esperándolo.
Ahora mi cuerpo yace tendido con el rostro hacia abajo, la noche está oscura y ya no puedo verte, mi corazón late cada vez más lentamente, el frío invade el cuerpo y la respiración ya casi se detiene esperando el auxilio que nunca llega. Soy un buen soldado, fuí un buen soldado, ahora estoy tranquilo, ahora ya no temo más...